Tu también eres especial

sábado, 1 de mayo de 2010

Video NNTT educa-tack!

miércoles, 21 de abril de 2010

Todos somos diferentes

sábado, 10 de abril de 2010

hiperactividad

Tdah
View more presentations from natalia.



Aqui teneis una presentación, con un resumen sobre la hiperactividad y al final con un recurso muy valioso para los profesores.
Os recomiento su lectura.

jueves, 8 de abril de 2010

discapnet


En esta página,http://www.discapnet.es/castellano/Paginas/default.aspx, podemos encontrar una propuesta orientada a ofrecer información específica al sector, de las personas con discapacidad en temas como, formación, empleo, legislación, documentación, organización y servicios relacionados.

lunes, 5 de abril de 2010

10 museos adaptados para personas ciegas y sordas

Diez museos accesibles para personas ciegas o sordas
Entre ellos, el Nacional de Altamira, el Sefardí, el Nacional de Arte Romano o el Romántico

Diez museos españoles cuentan ya con recursos tecnológicos específicos para mejorar la accesibilidad física y de comunicación, como signoguías, bucles magnéticos o audioguías.

Así consta en una respuesta escrita del Gobierno, a la que ha tenido acceso Servimedia, a una pregunta formulada por la diputada del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados María José Sánchez Rubio, sobre las acciones que viene realizando el Ejecutivo en materia de accesibilidad en los museos nacionales y en los conjuntos monumentales de Patrimonio Nacional.

Las signoguías son Pda con la información en vídeos de lengua de signos española y subtitulada y los bucles magnéticos son un sistema que permite transformar el audífono en un auricular, siempre y cuando la prótesis auditiva cuente con la posición T.

Los diez museos que ya cuentan con esas medidas son el Nacional de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria), el Sefardí (Toledo), el Nacional de Arqueología Subacuática Arqua (Cartagena, Murcia), el Nacional Colegio de San Gregorio (Valladolid) y el Nacional de Arte Romano (Mérida). En Madrid, los museos que ya están adaptados son el del Traje, el Romántico, el de América, el de Sorolla y el Nacional de Antropología.

Todos estos museos tienen adaptadas sus páginas web al Protocolo Wai de Accesibilidad para personas con discapacidad. Con signoguías cuentan los museos de Altamira, el de Arqueología Subacuática Arqua, el de Arte Romano de Mérida, y el de América, en Madrid.

El bucle magnético está instalado en el salón de actos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática Arqua y en el Museo Romántico, que cuenta con esta tecnología también en sus mostradores. Las audioguías con audiodescripción para discapacitados visuales son una realidad en el Museo Romántico y en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática Arqua.

Mención especial merece el Museo Sefardí, en Toledo. Al tratarse de un edificio histórico, no se ha podido acometer las obras que lo hagan accesible en su segunda planta, por lo que se ha instalado un "quiosco multimedia" para personas con movilidad reducida.

Además, según informa el Gobierno, la ONCE está colaborando en un proyecto para mejorar la visita al Museo Sefardí de las personas con discapacidad visual con la instalación de un recorrido táctil con maquetas.

ACTUACIONES EN CURSO

En su respuesta escrita, el Ejecutivo señala también que actualmente está trabajando en tres museos de Madrid para mejorar la accesibilidad del visitante. Se trata de los museos de Antropología, Romántico y Cerralbo.

En el de Antropología y en el Cerralbo se están acometiendo obras para la instalación de ascensores, así como de aseos para personas con movilidad reducida en el caso del antaño palacio del marqués del mismo nombre.

Además, están programadas actuaciones para mejorar las condiciones de accesibilidad del visitante en 40 museos repartidos por la geografía española, entre los que se encuentran el Museo del Greco (Toledo), el Centro Nacional de la Fotografía del Paisaje (Soria) y los museos arqueológicos Nacional (Madrid), de Sevilla, de Córdoba, de Asturias, de Ibiza y Formentera y Provincial de Ourense.

En su respuesta, el Gobierno informa de que un total de 24 museos repartidos por la geografía española apenas presentan deficiencias notables en la accesibilidad para las personas con movilidad reducida. Sin embargo, existen otros nueve que tienen limitaciones debido a su carácter de "edificio histórico".

EDIFICIOS HISTÓRICOS

Es el caso, por ejemplo, del Museo Sorolla, en Madrid, que no es accesible para las personas con movilidad reducida. Dice el Gobierno que no es posible acometer las obras necesarias para eliminar las barreras arquitectónicas "por tratarse de un edificio histórico protegido legalmente", pero que recientemente se ha adquirido un edificio anejo en el que podrá instalarse un ascensor para solventar este problema.

La Casa de Cervantes, en Valladolid, que fue objeto de una rehabilitación y renovación integral, inaugurada en 2005, es otro ejemplo. "Las características del edificio histórico no han permitido su adaptación a la normativa de accesibilidad", explica el Gobierno.

Lo mismo ocurre con otroa museos, como el de Bellas Artes de Granada, el Arqueológico de Úbeda o el de Arte Contemporáneo de Toledo.

lunes, 29 de marzo de 2010

un cuento...

Este es un cuento que me ha gustado mucho, escrito por Gerardo Herrera, hermano de un autista y presidente de autismo de Ávila, os recomiendo leerlo.


Por Gerardo Herrera Gutiérrez, Presidente de Autismo Ávila


Juanito es un chico de un pueblecito pequeño de los de hoy en día, tiene autismo y dificultades de aprendizaje. Siempre ha sido conocido en su pueblo por sus peculiares gestos y respuestas.
Los vecinos de su pueblo muchas veces le preguntan: “Juanito, ¿de qué color es tu camiseta?”, y enseguida responde emocionado señalando a su prenda: “¡¡Roja!!, es Roja”. Ante su respuesta –y no sin cierta burla– todos repiten “Roja!!!, Roja!!!”, porque da igual cuál sea el color de su ropa que siempre responde insistiendo “¡¡Roja!!, es Roja”.
Otras veces le preguntan “Juanito, ¿Qué has comido hoy?”. Y también da igual lo que haya comido, pues siempre responde “¡¡Macarrones!!” y todos siguen repitiendo: “¡¡Macarrones!!, ¡¡Macarrones!!”, unos con mucha simpatía y otros con no tanta. Juanito sabe que cuando quiere llamar la atención solo tiene que decir “Roja” o “Macarrones” y enseguida todo el mundo comienza a reírse repitiendo lo que ha dicho, aunque él no entiende porqué.
Si alguna vez alguien se le acerca mucho, rápidamente comienza a aletear excitado las palmas de sus manos, aplaudiendo y gritando dos veces “¡uh!,¡uh!”, realmente excitado. Los vecinos y sobretodo los niños, que no conocen a ninguna otra persona con autismo o con dificultades de aprendizaje, no saben que esos movimientos repetitivos son propios de estas personas, y no dudan en imitarle para divertirse.
A Juanito y a sus padres les encanta viajar. Una vez, hace no muchos años, se fueron a África con una excursión en un pequeño avión. Aunque les gusta viajar, sus padres siempre han tenido mucho miedo a volar. No ocurre lo mismo con Juanito, que cuando vuela siempre lleva una sonrisa tremenda, mientras mira a través de las ventanillas del avión. Disfruta mucho con la sensación que le produce el hecho de que la imagen que tiene ante sus ojos cambie muy rápidamente.
Aquel día, cuando se encontraban volando ya cerca de su destino en África, de repente el piloto se dirigió alarmado a todos los tripulantes gritando “¡¡Alerta, Alerta, los motores se han estropeado!!.... ¡¡El avión va a estrellarse!! ..... ¡¡Cojan los paracaídas automáticos y salten por la puerta de atrás!!” ... Repito ¡¡los paracaídas son automáticos, no tienen que tirar de ninguna cuerda, éstos se abrirán solos en el momento oportuno!!”.
Todo el mundo corría y gritaba de pánico, salvo Juanito, que casi nunca entiende lo que la gente dice y que –además, no suele contagiarse de las emociones de los otros. Sus padres enseguida le pusieron el paracaídas y lo acompañaron a saltar. Todos saltaron y el avión quedó vacío y a la deriva hasta que finalmente se estrelló.
Ya en el aire todo el mundo iba muy asustado, temblando y con el cuerpo muy encogido, preocupándose por si se abrirían los paracaídas y preguntándose dónde caerían. Todos menos Juanito, que no comprendía el peligro y seguía disfrutando del paisaje sin temblar ni encogerse, con gran cara de satisfacción. La postura de su cuerpo era tan distinta de la de los demás, que el roce con el aire hizo que se alejase más y más del resto del grupo. Los padres de Juanito y el resto de la excursión fueron todos a parar cerca de un descampado, mientras que Juanito voló hacia la Selva, cayendo por casualidad en el centro de una tribu, con su paracaídas bien abierto. Juanito se disponía a empezar una de las aventuras más emocionantes de su vida.
Los miembros de la tribu, al verlo, enseguida creyeron que se trataba de un Dios. Cogieron su paracaídas y lo guardaron con mucho cuidado, como si se tratase de una sábana santa, muy pronto lo atendieron y lo pusieron en un trono, alabándole y cuidándole todo el día porque creían que era el “Dios de la Selva”, recién llegado del cielo.
Juanito estaba encantado, se lo daban todo hecho. Al poco de llegar, un miembro de la tribu se acercó a Juanito y él, como siempre, enseguida dio dos palmadas fuertes y exclamó “¡uh!,¡uh!”, todos interpretaron ese gesto como algo divino y no dudaron en convertirlo en un rito. Todos juntos aplaudían “plas, plas” a la vez que gritaban en su ritual “¡uh!,¡uh!”, una y otra vez.
Más tarde otro miembro le obsequió con una gran hoja de palma, que utilizaban como prenda. Juanito la señaló y dijo “¡Roja!,¡Roja!”, y enseguida todos entendieron que se trataba de una planta sagrada y comenzaron a repetir admirados “¡Roja!,¡Roja!”. La percepción de la realidad que Juanito tenía de aquella tribu era idéntica de la que tenía de su pueblo, ya que -desde su punto de vista- aquella gente se comportaba exactamente igual que los vecinos de su pueblo, repitiendo una y otra vez cada frase que él decía.
Otro día, con la llegada del buen tiempo, los componentes de la tribu decidieron organizar un gran manjar para Juanito. Después de disfrutar con la comida alguien se acercó a él con intención de saber si le había gustado, y rápidamente Juanito exclamó “¡Macarrones!, ¡Macarrones!”. Desde aquel día todos los años a la llegada del buen tiempo la tribu celebra fiestas y da gracias al Dios de la Selva en el día de los “Macarrones”.
Durante todo ese tiempo sus padres no dejaron de buscar y buscar, hasta que por fin un buen día encontraron la tribu. Juanito, en cuanto vio a sus padres, salió corriendo para abrazarles. Al ver esto, los miembros de la tribu decidieron recibir también muy bien a los que veían como “amigos de su Dios”, y comenzaron todos juntos a dar palmadas y a decir “¡uh!,¡uh!”. Los padres de Juanito no tardaron en darse cuenta de que la tribu creía que su hijo era un Dios, y le decían felicitándole muy contentos: “Juanito, ¿Sabes quien eres ahora?: ¡¡ El Dios de la Selva !!”. Desde entonces Juanito además de decir “¡Roja! ... ¡Macarrones! y ¡uh!, ¡uh!” tampoco para de repetir “¡Soy el Dios de la Selva! ... ¡Soy el Dios de la Selva!”.
Finalmente Juanito y sus padres partieron de vuelta hacia su pequeño pueblo, donde la vida seguía transcurriendo como de costumbre. Al volver a ver a Juanito, sus vecinos se acercaron y él no tardó en decir “¡Soy el Dios de la Selva!”, comenzando de nuevo las bromas, ahora con todos repitiendo: “¡Soy el Dios de la Selva! ... ¡Soy el Dios de la Selva!”, sin parar de reír.
Pero lo que los vecinos de Juanito no sabían era que -una vez más- los únicos que se equivocaban diciendo “Soy el Dios de la Selva” eran ellos, no solo porque Juanito no merecía esas bromas sino porque además se daba el hecho de que, de toda la gente del pueblo, Juanito era el único que había sido, por unos días y de verdad, el “Dios de la Selva”.



Aunque no tengamos un niño autista en el aula, veo de gran ayuda, explicarles de algún modo a los niños,las distintas discapacidades, para que el día que se encuentren con alguien con discapacidad, no le prejuzguen ni le aislen... y conozcan a la persona sin prejuicios de por medio.